Piensan,
aquellos de escasa experiencia,
que mayores tesoros son
los que en amplios espacios
se sitúan.
Las llamadas bonitas son
valiosas porque son invisibles.
La invisibilidad por soledad
aterra.
Aterrados y nublados seres
al borde de un abismo
saltan sin aprender a sentir.
Inconscientes,
pues cosas que se sienten
son invisibles y cosas invisibles
son las más bonitas.
Paulatinamente,
en algún lugar de su propio
horizonte constatan tal infinitud,
condensada en pequeñas,
dinámicas y rosadas cajas
que van aprendiendo a sentir,
vivir, reír, recordar, amar,
odiar, gustar. Latir.
aquellos de escasa experiencia,
que mayores tesoros son
los que en amplios espacios
se sitúan.
Las llamadas bonitas son
valiosas porque son invisibles.
La invisibilidad por soledad
aterra.
Aterrados y nublados seres
al borde de un abismo
saltan sin aprender a sentir.
Inconscientes,
pues cosas que se sienten
son invisibles y cosas invisibles
son las más bonitas.
Paulatinamente,
en algún lugar de su propio
horizonte constatan tal infinitud,
condensada en pequeñas,
dinámicas y rosadas cajas
que van aprendiendo a sentir,
vivir, reír, recordar, amar,
odiar, gustar. Latir.
VERÓNICA GÓMEZ CALLEJA, B2A
PRIMER PREMIO POESÍA BACHILLERATO
PRIMER PREMIO POESÍA BACHILLERATO